El ciberacoso y la sextorsión son formas de violencia digital que afectan a personas de todas las edades, especialmente a jóvenes y adolescentes. Aunque están relacionadas, tienen diferencias clave en su naturaleza y consecuencias.
Consecuencias: Puede generar ansiedad, depresión, baja autoestima e incluso llevar a la víctima a tomar decisiones extremas.